El círculo contiene la retórica imagen.
Un hombre toma la mano de su reflejo,
compone un cuerpo,
y comienza el dibujo inicial
que define el borde del caos.
-
¡Has nacido, te he nacido!
Tu existencia me pertenece
en la forma peregrina del hombre.
No serás la suma de las cosas,
ni la confección del barro,
ni el mono que se aventura en dos patas.
Vas a cargar con la historia
y ser la condena de los pecados de la humanidad.
-
No hay nada de especial en esto:
Aprende a sufrir,
pelea, destruye,
impone tu fuerza,
mantente escondido,
genera miedo
y suplica clemencia el día de tu muerte.
Porque yo soy la suma de las cosas,
la razón del cosmos,
el sostén del cielo.
Yo soy la figura primigenia de la voluntad vertical.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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