lunes, 3 de diciembre de 2007

III

Sacado de la saliva amarga de Dios
y tocado por su desdicha,
has nacido como un gusano
que no asume la transformación como forma de vida.
Has pasado la tarde
dejando la baba negra
por la que te arrastras,
haciendo saber a todos lo cerca que has estado de tocarlos.
Te has comido media manzana
dejando el lado bueno como publicidad
y ahora andas pudriendo
el resto del árbol que te da espacio para que crezcas.

El problema no es tu peste,
sino el público que te regala el aplauso,
que asumen tu idiotez
como algo inevitable.

Las cosas han pasado tan cerca
que tu cara se ha espejado en todos,
mientras vos sentado en tu oficina móvil
haces nudos y sientes
que el tiempo es el hueco
por donde
ya no pasa el aire.